- El Volcán Pacaya y el Acatenango figuran entre los más visitados de América para el turismo de aventura
Guatemala continúa consolidándose como uno de los destinos más destacados de América Latina para el turismo de naturaleza y aventura. Rodeado por imponentes cadenas montañosas y una intensa actividad volcánica, el país ha capturado la atención de exploradores y amantes del aire libre. Recientemente, el proyecto internacional “7 Maravillas de América” reconoció a dos volcanes guatemaltecos —el Pacaya y el Acatenango— como algunos de los más visitados del continente para actividades como el senderismo, el camping y el turismo volcánico. Este reconocimiento no solo destaca su atractivo natural, sino que también posiciona a Guatemala como un referente en la promoción de experiencias auténticas y sostenibles en contacto con la tierra.
El Volcán Pacaya, situado entre los departamentos de Guatemala y Escuintla, es uno de los más activos del país. Su constante actividad lo convierte en un espectáculo natural de energía y transformación, y su relativa accesibilidad lo hace ideal tanto para excursionistas principiantes como para visitantes ocasionales. Desde la cima, se aprecian vistas panorámicas que incluyen el Lago de Amatitlán y una cadena de volcanes vecinos, lo que convierte cada ascenso en una experiencia inolvidable. Además, caminar sobre campos de lava solidificada y sentir el calor que emana del suelo bajo los pies es una vivencia que deja huella.
En contraste, el Volcán Acatenango, que se eleva entre los departamentos de Chimaltenango y Sacatepéquez, ofrece un desafío mayor y recompensas igualmente memorables. Con más de 3,900 metros de altura, su ascenso requiere preparación física y disposición para acampar a gran altitud. Sin embargo, la travesía es ampliamente compensada por una de las postales más impresionantes del país: la vista directa al Volcán de Fuego, cuya constante actividad lanza columnas de ceniza y fuego al cielo, especialmente al caer la noche. Observar este fenómeno desde la cumbre del Acatenango es una experiencia que combina aventura, asombro y contemplación.
Estas travesías no serían lo mismo sin el acompañamiento de guías locales, quienes conocen a profundidad los senderos, las condiciones climáticas y los protocolos de seguridad. Su labor es fundamental tanto para proteger a los visitantes como para preservar el entorno natural. Gracias a ellos, el turismo en estas zonas puede realizarse de forma responsable, minimizando el impacto ambiental y fortaleciendo la economía de las comunidades cercanas. Las autoridades recomiendan siempre contratar guías certificados, seguir los senderos señalizados y respetar las normativas establecidas para garantizar una experiencia segura y sostenible.
Con estos reconocimientos internacionales, Guatemala reafirma su lugar como un destino de clase mundial para el turismo de aventura. Los volcanes Pacaya y Acatenango, más que formaciones geológicas, son símbolos vivos de la fuerza natural que define al país y del potencial que existe para compartirlo con el mundo de manera respetuosa y consciente.