- Aunque los aranceles y las políticas comerciales pueden causar óbstalos temporales, el crecimiento del sector y la evolución en las preferencias de los consumidores podrán compensar su impacto, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).
Julia Simpson, presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), mantiene una perspectiva optimista sobre la capacidad del sector para seguir creciendo. En su análisis, los aranceles, aunque representan un contratiempo temporal, no parecen ser una amenaza significativa a largo plazo para la industria.
En este escenario, la incertidumbre derivada de los aranceles impuestos por el gobierno de los Estados Unidos a más de 90 países parece no tener un impacto inmediato o devastador sobre la industria. Aunque las aerolíneas y otros actores del sector han experimentado recortes en tarifas y una disminución de la demanda, Simpson destaca que los viajeros siguen priorizando los viajes, y las reservas anticipadas, junto con políticas de no reembolso, refuerzan la estabilidad del sector a corto plazo.
La organización muestra una perspectiva alentadora al prevee que en 2025 el turismo representará el 10,3 % del Producto Interno Bruto (PIB) global, generando un impacto económico de $11,7 mil millones. Se estima que los ingresos globales del sector alcanzarán los $2,9 mil millones para 2035, un reflejo del renovado apetito mundial por nuevas experiencias de viaje.
Pese al optimismo, los aranceles podrían tener su impacto particularmente en sectores como el de restaurantes y la hotelería, que dependen de insumos importados. El aumento de los aranceles a productos clave, como alimentos, materiales de envasado y equipos de cocina, afectaría los costos operativos de los restaurantes y hoteles. Este aumento podría desencadenar un alza en los precios de productos esenciales, como el café, el chocolate, los mariscos y los ingredientes específicos de cocina internacional, que son fundamentales para restaurantes de alta gama.
El impacto en la industria hotelera sería significativo, ya que los aranceles sobre materiales de construcción y mobiliario elevarían los costos de renovación y expansión de los hoteles. Este aumento de costos podría afectar la competitividad del sector, haciendo que los hoteles más pequeños o los que dependen de presupuestos ajustados enfrenten dificultades para mantenerse a flote. Además, la presión sobre los costos operativos podría llevar a un aumento de precios para los consumidores, lo que, en combinación con una inflación creciente, podría reducir el gasto discrecional, afectando la frecuencia de las visitas a restaurantes y destinos turísticos.
Los aranceles no afectan a todos los actores del sector de manera uniforme. Mientras que los destinos turísticos más populares de Europa y Asia continúan experimentando un aumento en la demanda, Estados Unidos y China podrían enfrentar un menor número de visitas internacionales, debido a la incertidumbre económica y los aranceles recíprocos impuestos por ambos países.
En particular, se espera que el turismo hacia Estados Unidos disminuya debido a los costos elevados y las tensiones políticas derivadas de los aranceles, lo que podría afectar negativamente la ocupación hotelera en destinos clave. La clave estará en cómo los actores del sector, incluidos los restauradores y hoteleros, manejan el aumento de costos y la incertidumbre económica para mantener la rentabilidad y la competitividad.