Por Karen Retana
Teresita Van Strate, delegada argentina para Termatalia ofreció una mirada profunda sobre el papel que Costa Rica puede desempeñar en el desarrollo del turismo de salud y bienestar. Partiendo de una refl exión histórica, resaltó cómo desde tiempos antiguos el ser humano ha buscado en la naturaleza alivio para sus dolencias. Civilizaciones como la romana ya comprendían el valor terapéutico de los recursos naturales, y siglos más tarde, esa búsqueda continúa, ahora con un enfoque más estructurado y con nombre propio: turismo de bienestar.
Costa Rica, con su diversidad de fuentes termales y una biodiversidad que asombra incluso al visitante más experimentado, tiene las condiciones ideales para posicionarse como un destino líder en este sector. Teresita destacó la riqueza de sus aguas mineromedicinales, sus paisajes verdes y la calidez de su gente, elementos que convierten a este país en un refugio para quienes buscan sanar cuerpo, mente y espíritu.
El turismo de bienestar, un mercado que genera más de $563.000 millones anuales a nivel mundial, según el Global Wellness Summit. Este sector, donde se gasta hasta un 130% más que en el turismo convencional, encuentra en Costa Rica un destino ideal gracias a su biodiversidad, energía limpia, oferta gastronómica saludable y espacios diseñados para la conexión interior.
Van Strate también destacó la diferencia entre el turismo médico y el de bienestar en Latinoamérica, donde aún existen vacíos legales que impiden una regulación clara como en Europa. No obstante, resaltó que los profesionales de la salud tienen un rol crucial en el desarrollo de este nicho, especialmente en la prevención y rehabilitación mediante el uso de aguas mineromedicinales, fangos y otros recursos naturales.
“Costa Rica lo tiene todo para convertirse en un referente global del bienestar”. Solo falta, conectar la oferta existente con una visión estratégica, inclusiva y sostenible, sostuvo Teresita Van Strate.